El ataque de pánico es la experiencia psicológica más aterradora a la que podemos enfrentarnos si no consideramos las alteraciones psicóticas. Puede aparecer de la nada, en cualquier momento, incluso mientras dormimos, pero ¿qué es el ataque de pánico?
¿Sabías que en EEUU más de un 10% de la población sufre al menos un ataque de pánico al año?
La característica esencial del ataque de pánico es la aparición súbita de un miedo muy intenso que alcanza su punto máximo en unos pocos minutos. Durante el ataque son frecuentes síntomas como: palpitaciones, sudores fríos, temblores, sensación de asfixia, dolor torácico o mareo. Éstos suelen remitir transcurridos unos minutos, aunque la crisis puede prologarse hasta más allá de una hora.
A nivel psicológico la persona puede creer que su muerte es inminente, frecuentemente por accidentes cardiovasculares, o pensar que está volviéndose loca. El ataque de pánico, una vez aparece, puede sumir a la persona en un círculo vicioso de ansiedad/vigilancia ante la posibilidad de que vuelva a ocurrir. Es habitual que los que sufren estas crisis se retraigan socialmente y limiten sus actividades diarias, evitando situaciones en las que crean que pueden quedar en ridículo o incluso en las que no puedan ser socorridos si lo sufren de repente. Es por esto que el pánico está estrechamente vinculado a la agorafobia apareciendo juntos con mucha frecuencia.
¿Sabías que el ataque de pánico es una experiencia tan extrema que el mayor problema del trastorno acaba siendo el propio miedo a sufrirlo?
A pesar de lo que pueda parecer, los ataques de pánico son muy habituales y no constituyen ningún trastorno en sí mismos, pudiendo aparecer en el curso de otras patologías o incluso en personas que no manifiestan, a priori, otras dificultades psicológicas. A nivel físico estos ataques rara vez suponen un riesgo real para la salud salvo que existan afecciones previas, y el nivel de activación del organismo no es muy diferente del que experimentamos cuando realizamos cualquier tipo de ejercicio de intensidad moderada.
A pesar de su carácter inesperado, su aparición suele estar relacionada con momentos de tensión emocional o estrés, o bien como el resultado de una situación de angustia emocional sostenida en el tiempo que se manifiesta bruscamente. En cualquiera de los casos es siempre recomendable valorar los motivos de su aparición, evitando que puedan empeorar el curso de otros trastornos previos o incluso la posibilidad de que se cronifiquen llegando a constituir un trastorno en sí mismos.
A continuación os presento el caso de Marta, que sufrió ataques de pánico durante dos años. Contaremos cómo vivió su primer ataque y cómo consiguió resolverlo. Puedes leerlo completo haciendo clic aquí.
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Gregorio Serrano
Psicólogo Especialista en Psicoterapia Psicoanalítica
Psicólogo en Sevilla
2 comentarios en “El ataque de pánico”
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